"A través de la pintura interpreto el intangible mundo musical".
Fundo mi creación en un código que estableció para trasladar el mundo de la música al de la plástica:
A cada sonido asignó un color en el orden que presenta el espectro de la luz refractada (vale decir: el mágico espectro del arcoíris), traslación fidedigna de un mundo al otro, pues los colores de la espectral paleta se hallan entre sí a las mismas distancias que las frecuencias sonoras en su análoga estructura progresiva, representando así acordes, intervalos, escalas y aún fragmentos de creaciones musicales que van desde el canto gregoriano hasta lo contemporáneo, pasando por los grandes maestros barrocos, clásicos, románticos y modernos y aún obras musicales del propio Juancristóbal, para quien toda creación musical es plástica en potencia.